[ES] Exposición A flor de piel. Mari Ito en la Galería Villa de Arte (Barcelona)

Del 4 de octubre al 17 de noviembre de 2019.

 

 

«Árbol en flor: qué árbol es, no lo sé, pero ¡cuánta fragancia!» 

Matsuo Bashō (1644-1694)

 

 

A flor de piel, es una expresión en español que hace referencia a aquellas situaciones en las que los sentimientos se perciben a simple vista, cuando son muy palpables o evidentes. La razón por la que se ha elegido como título para esta exposición se debe a que la obra de la artista japonesa Mari Ito (Tokio, 1980), nos permite asomarnos a un conjunto de emociones que se manifiestan de manera muy intensa.

 

En sus inicios, la artista Mari Ito se sintió atraída por la teoría freudiana del funcionamiento psíquico humano y las tres entidades que cohabitan en nuestra psique el Id, Ego y Superego. De estas tres, la artista reflexiona sobre la primera de ellas –el Id, la más pura y primitiva–, el origen de los deseos y sus consecuencias. Teniendo en cuenta que, a diferencia de nuestra cultura, en la sociedad japonesa no es muy apropiado exteriorizar determinadas opiniones o emociones –principalmente, en ambientes públicos–, estas piezas son de gran interés, ya que suponen una herramienta imprescindible para transmitir ciertos pensamientos o sentimientos. De esta manera, la artista pretende paliar esa necesidad comunicativa, que de manera directa –a través de la palabra–, se hace realmente compleja en la sociedad nipona.

 

Así pues, al igual que apuntaba el poeta Matsuo Bashō, debemos de centrar nuestra atención en la esencia que desprenden las piezas, siendo éstas la clave para hallar esas emociones que Mari Ito experimenta A flor de piel.  Éstas se expresan de forma metafórica a través de composiciones florales, rítmicas, con colores vibrantes y mediante una técnica propiamente japonesa como es pintura nihonga (pintura tradicional japonesa). Este estilo artístico implica una forma de trabajo muy concreta que va desde: la preparación del propio soporte, a partir de un bastidor de madera, con kadoidewashi y oguniwashi (tipos de papel japonés), la elaboración de los pigmentos (normalmente molidos en Japón, a partir de piedras preciosas, minerales o conchas), el uso de tinta china o de herramientas japonesas para su aplicación como fude (pincel japonés). De este modo, nos presenta pinturas que nos retrotraen a los famosos biombos de la Escuela Kanō (s.XV-s.XIX), Escuela Rinpa (s.XVII-s.XIX) o a las refinadas composiciones del pintor Jakuchū Itō (1716-1800), pero desde una perspectiva contemporánea. Igualmente, podemos encontrar referencias de patrones clásicos japoneses –utilizados en los diseños de kimono y múltiples artículos– o del arte floral del ikebana, en la armonía de sus obras. No obstante, también está presente el peso de artistas nipones actuales como Yayoi Kusama y su arte obsesivo o Takashi Murakami y el movimiento superflat, así como del arte occidental con ejemplos como el Bosco, quien marco profundamente a la autora o las vanguardias artísticas europeas.

 

Mari Ito reside en la ciudad de Barcelona desde el año 2006. Desde entonces, se ha hecho un hueco en el panorama internacional del arte contemporáneo a través de sus trabajos, participando tanto en exposiciones individuales como colectivas: en su país de origen, en un primer momento, y posteriormente en la Ciudad Condal o en el resto de la península, así como en Basilea, Estambul o Nueva York. Y también en ferias de arte en París, Hong Kong, Singapur o Miami. Además, ha colaborado con diferentes marcas como: Lilien Berg (2016), Bershka (2017), TMB en la Estación de Metro Universidad de Barcelona (2017) o Mitsukoshi Nihonbashi (2018), entre otras.

 

            Dra. Alejandra Rodríguez Cunchillos

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